miércoles, abril 08, 2009

Para que no se cansen ni pierdan el ánimo

Acabo de volver és d emis días libres post- Encuentro de Líderes.
Fue un tiempo realmente significativo, con ayuda de excelentes compañeros y con el regalo precioso de estudiantes comprometidos con Dios, y espero que ahora, más impregnados de la misión en el campo universitario.

Me quedaron muchas cosas, pero por sobre todo la prédica que mi querido amigo Gustavo nos entregó en el culto de acción de gracias por los 45 años del GBUCH.

Él se refirió a Hebreos 12. 1-3: "Por tanto, también nosotros, que estamos rodeados de una multitud tan grande de testigos, despojémonos del lastre que nos estorba, en especial del pecado que nos asedia, y corramos con perseverancia la carrera que tenemos por delante. Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la verguenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios. Así, pues, consideren a aquel que perseveró frente a tanta oposición por parte de los pecadores, para que no se cansen ni pierdan el ánimo."

El mensaje estuvo genial, pero me agarraré de la última frase del pasaje: "para que no se cansen ni pierdan el ánimo". Hace un rato que estoy muy cansada. El tema dl incendio me agotó física, mental y espiritualmente, creo que me siento exactamente igual que Elías después de enfrentarse a los profetas de Baal, cuando Jezabel lo amenaza...
El equipo ha estado genial, los estudiantes maravillosos, la familia super bien, pero estoy cansada.

Y quizás ahí emana mi reflexión personal... tal vez ya quité los ojos de quien inició y perfecciona mi fe... y me he dedicado a mirame el ombligo... o lo que es peor... he estado mirando el suelo, porque mi cansancio no me deja levantar la cabeza.

Ahora me acabo de enterar que la adminsitradora del GBU, encontró otro trabajo, y son sentimientos encontrados, pues por un lado me alegra mucho saber que es un buen trabajo para ella y su familia... pero por otro, sé que encontrar una persona como ella será dificil, y quizás qué nuevas "aventuras" tendré que vivir en esa área. Y me siento tan cansada...

¿En qué momento despegue mis ojos de Jesús y empecé a cansarme? Fue tan sutil, tan de a poquito" que fue imperceptible... y me pone en alerta, al ver lo débil que soy.

Bueno, emnpezaré a levantar mis ojos al cielo (metafóricamente hablando), y empezaré a reenfocarme de nuevo... ese es mi desafio... mi nueva carrera....