miércoles, diciembre 22, 2004

Aún creo...

Estas últimas semanas han sido bastante difíciles. Perder mi ilusión de un bebé fue mucho más duro que perderlo físicamente. Tantas cosas venian a mi mente, y parecía que la única solución era que todo terminase. Eso me "hacía salva" de enfrentar al mundo, a aquellos que tiernamente me preguntaban qué había pasado, y a los que aún hoy, me felicitan por el embarazo.
Sí, era más fácil abandonar todo y desaparecer.
Pero aquí estoy de nuevo, no fue tan difícil, Dios se manifestó en gran medida y me regaló un tremendo obsequio de navidad.
Ese fue Lucas 2. 1-7. Al leerlo mis preguntas eran: "¿Y dónde veo la promesa de Dios con nosotros?, el relato cuenta de María y José teniendo que cumplir con el censo, caminar más de tres días a Belén, y más encima no encontrar lugar donde descansar. Lo que menos puedes pensar en esa situación es que Dios estaba con ellos. El nacimiento en un pesebre no es un final feliz.
Pero Dios sí estaba con ellos. Dios se manifestó al mundo de esa forma, y aún hoy lo hace así. Cuando parece que Dios no está con nosotros, ni nos escucha, ni nos concede lo que le pedimos.
Ahora, levanto mis ojos, y alabo a Dios, y puedo decir que estoy bien, porque Dios oyo mi oración y me sacó del pozo profundo.

2 comentarios:

kintun dijo...

Amiga, me alegra apreciar por medio de tus palabras el cuidado de Dios contigo.
Que él te siga sosteniendo.
Un abrazo.

Gustavo dijo...

Amiga...
Dios es fiel
Te quiero mucho..
;)

Pd. ojala despues nos cuentes como te fue en perú