miércoles, octubre 27, 2004

Sorprendida...

En una época de elecciones digo a viva voz que es un derecho de cada ser humano ser sorprendido, y es un deber el dejarse sorprender.
En mi vida particular creo que ningun ser humano me ha logrado sorprender, y frente a determinadas circunstancias de la vida verdaderamente puedo decir: ¡No me sorprende!.
De más está el contar en este receptaculo de palabras las miles de veces (en realidad menos que decenas) en que intentaron sorprenderme con una fiesta de cumpleaños... sin lograr el objetivo. A veces, la perceptividad juega en nuestra contra.
Pero, respondiendo a mi enunciado inicial, las sorpresas no me han faltado. Dios en su maraña de historias se ha placido en demostrarme que las cosas no son como pienso, si no que hay algo más, que no comprendo, pero que al fin y al cabo, logran el objetivo primordial de la sorpresa.
Sí. Soy una mujer sorprendida por Dios, y que confía en que seguirá sorprendiéndome. Porque gracias a Él la vida implica mucho más de lo que yo pueda imaginar.

2 comentarios:

kintun dijo...

mmm, un trabalengua así, amerita un comentario.
Yo pensé que Jorge te había sorprendido...
esta bien, digamos que Dios te sorprendió por medio de él.
Que el Señor te (nos) siga sorprendiendo cada día. Esta vida sería muy fome sin sus sorpresas.
(póngale color al blog)

Anónimo dijo...

Yo creo que cada día puede tener su propia sorpresa. Aparte de la rutina, existen pequeños detalles que muestran que Dios nos puede sacar del latoso aburrimiento que nos trae el diario vivir. Acuérdate que el Ecl. 3:13 que dice "y sé también que es un don de Dios que el hombre coma o beba, y disfrute de todos sus afanes." ´Dios nos permite ser feliz cada día, no después, y así como todo ser humano busca ser feliz, busca a Dios sin darse cuenta... por lo menos muchos no lo hacen, pero otros sí. Este fue mi tema luego del tuyo allá en Beauchef, y la verdad que encontré es espectacular. Bye!
Jaime.-