viernes, octubre 21, 2005

Ad Portas

Aquí estoy, a las puertas de tomar otro rumbo en mi vida. Son tantas cosas las que vienen... y son cosas buenas, pero aún así generan estremecimiento.
Bueno, si no, la vida sería absolutamente vacía y sin sentido.
Hay tanto que decir, que hacer, que promover. Hay tanto que no sé donde empezar y donde no.
¿Alguna sugerencia?
El grano de mostaza parece tan inmenso al lado mio!!!

1 comentario:

JamesRock7 dijo...

Lo que yo he visto en la práctica, es que un trabajo no se puede realizar si no hay equipo, si no hay cohesión.

He vivido ambos casos: donde me he decepcionado porque no veo equipo, y mis propias fuerzas me fallan, y también donde, luego de pasado un tiempo, el equipo se ha creado, y los trabajos funcionan, no como meros miembros de un equipo porque sí, sino porque son amigos y hermanos y en el Señor.

Eso te puedo sugerir: antes de comenzar a trabajar, es necesario formar un nuevo equipo. Se necesita que el cuerpo esté integrado. Para poder realizar esto, es necesario fomentar la amistad y hermandad del equipo. Confianza e intimidad, tanto racional, como emocional y espiritual. Esto determinará el que un equipo pueda funcionar o no.

Jesús puede unirnos como Cuerpo para luego poder ejecutar su voluntad.