Ella es mi princesa. Cada día muy temprano en la mañana, nos da los buenos días con una inmensa sonrisa. Parece decir: ¡Qué alegría estar viva y estar junto a ustedes! ¿No cierto que hoy es un regalo de Dios?
Su mirada ilumina mi vida. Me hace pensar que hay cosas por las que vale la pena estar, y luchas y vivir.
Siempre he dicho que Dios me dotó con el gozo de la Salvación, aunque ultimamente lo estaba olvidando. Y para recordármelo no tuvo otra mejor idea que hacerlo a través de este hermoso angelito que llena nuestras vidas.
Gracias Señor por la presencia de Matilde. Gracias por arriesgarte a enviarla a nuestra familia. Gracias por hacernos ver a través de ella tu amor hacia nosotros como hijos.
2 comentarios:
Tienes una hijita muy linda. Que bueno que ella te recuerde todas estas cosas... no?... que contraste entre este y tu post anterior... jejeje
Bella, bella muuuy posera la niña oye, je...Pero yo no creo que Matilde diga
Qué (...)estar junto a ustedes, muy ególatra de tu parte, jejeje yo creo que te engaña para que le des su lechita :) Besos
Publicar un comentario