Un día más en el Reino

Cada lunes en la mañana dirijo mi oración a Dios para la protección del Grupo Bíblico Universitario y sus líderes.
Es una costumbre a la que sumo el regar las plantas de mi oficina. Así si mis plantas se ven secas quiere decir que no estoy orando (al menos no en la oficina).
Espero que algún día mueran ahogadas, y no que se sequen definitivamente.
Hoy en la mañana, mientras iba camino a la oficina, mi corazón se inquietó. Parecia como si fuera a recibir una mala noticia.
Ante ese sentimiento elevé mi oración de inmediato, allí mismo, frente al Ministerio de Hacienda: "Señor, si algo ha de pasar, que no esté fuera de tu mano. El GBU es tuyo, haz con él lo que te plazca"
Al final de la tarde recibí la mala noticia. De esas que constriñen tu corazón y no sabes cómo sacarte esa angustia del alma. Aún ahora estoy masticando la noticia, y las lágrimas acuden a mis ojos. Lo más difícil, es que todavía no sé qué hacer.
Pero como este fue un día del Reino, al rato, llegó una de las tantas parejas formadas en el GBU, a contarme oficialmente que tienen fecha para su boda. Creo que no pude alegrarme tanto como lo ameritaba la ocasión, pero fue una forma hermosa de terminar el día... sabiendo que aún queda esperanza, pues el Reino es Suyo, y Él tiene siempre la última palabra.